La decisión ocurre en un escenario de competencia tecnológica internacional.
Google ha actualizado sus principios sobre inteligencia artificial (IA) y eliminado el compromiso previo de no utilizar esta tecnología en aplicaciones relacionadas con armas o vigilancia. Esta modificación representa un cambio significativo en la postura de la empresa respecto al uso responsable de la IA.
Según versiones archivadas de su política, Google antes establecía explícitamente que no desarrollaría tecnologías con potencial de causar daño, incluidas las armas, ni sistemas de vigilancia que vulneraran normativas internacionales. Sin embargo, este lenguaje ha desaparecido de la versión más reciente de sus principios de IA.
James Manyika, vicepresidente senior de tecnología y sociedad de Google, y Demis Hassabis, jefe de Google DeepMind, explicaron la decisión en una publicación de blog. Destacaron que el desarrollo de la IA debe ser liderado por democracias y alinearse con valores como la libertad, la igualdad y los derechos humanos.
¿Por qué cambió su postura Google?
En su comunicado, Google argumenta que su comprensión de los riesgos y oportunidades de la IA ha evolucionado. La empresa asegura que seguirá implementando controles humanos y colaborará con usuarios y gobiernos para garantizar que sus tecnologías respeten principios internacionales de derechos humanos.
El cambio también ocurre en un contexto de creciente competencia global en IA, con múltiples países desarrollando regulaciones y estrategias tecnológicas. Google no ha detallado si este ajuste implica una mayor apertura a proyectos militares o gubernamentales, pero su nueva postura genera debate sobre el papel de las grandes tecnológicas en la seguridad y la ética de la IA.
La eliminación de estas restricciones en la política de IA de Google marca una nueva fase en su estrategia corporativa. Aunque la empresa asegura que mantendrá principios éticos en sus desarrollos, el cambio ha generado interrogantes sobre los límites en el uso de la inteligencia artificial y su impacto en la seguridad y los derechos humanos a nivel internacional.