La posible fusión de OpenAI y xAI, como sugiere Musk, podría transformar la industria al consolidar recursos y talentos en una sola entidad.
Un consorcio de inversores liderado por Elon Musk ha presentado una sorprendente oferta de $97,400 millones para adquirir OpenAI, según informó el Wall Street Journal. La oferta, presentada formalmente a la junta directiva de OpenAI por el abogado de Musk, Marc Toberoff, busca devolver a la organización su enfoque original de código abierto y compromiso con la seguridad y el bien común.
Musk, quien cofundó OpenAI en 2015, se retiró del proyecto antes de que ganara prominencia mundial. Desde entonces, ha sido un crítico abierto de la evolución de la empresa hacia un modelo con fines de lucro, que, según él, contradice los principios fundacionales.
Elon Musk lanza oferta millonaria por OpenAI: ¿una revolución en la IA?
El CEO de OpenAI, Sam Altman, rechazó rápidamente la oferta de Musk, calificándola de no deseada y provocativa en una publicación en X, anteriormente Twitter. Musk, quien adquirió Twitter, ahora X, por $44,000 millones en 2022, no tardó en responder, llamando a Altman un “estafador” en redes sociales.
La oferta del empresario no es un simple movimiento comercial, ya que refleja una rivalidad larga entre los dos empresarios. Mientras Musk sostiene que OpenAI ha perdido su rumbo original, Altman defiende que la transición a una estructura con fines de lucro es necesaria para financiar los desarrollos de IA de vanguardia.
La posible fusión de OpenAI y xAI, como sugiere Musk, podría transformar la industria al consolidar recursos y talentos en una sola entidad, pero también plantea interrogantes sobre la ética, la seguridad y la dirección futura de la IA.
¿Qué sigue para OpenAI y Musk?
Esta contienda no solo afectará a OpenAI y xAI, sino que también podría tener repercusiones en la industria tecnológica global, influenciando cómo se desarrollan, regulan y utilizan las tecnologías de inteligencia artificial en el futuro.
Mientras la industria observa de cerca, el resultado de este enfrentamiento podría marcar un punto de inflexión en el desarrollo tecnológico, con implicaciones que van más allá del mercado y alcanzan el ámbito ético y social de la inteligencia artificial a nivel mundial.